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En mis redes siempre me he descrito como: “Soñador empedernido, fabricante de inventos y hacedor de cine”… Tal vez intentando escapar al hecho de que también soy artista.
También llevo 53 años de mi vida negando mi condición de ser multipotencial
Nací con el arte y en el arte, hago escultura desde los 6 años de edad y puedo decir qué el mundo tridimensional es mi entorno natural, desde niño puedo ver en mi cabeza un motor funcionando con todas sus piezas.
A mis 7 años el estreno de Star Wars rompió mi mente infantil. Mientras mi hermano y mi primo se peleaban por ser Luke y Solo yo deseaba ser el que fabricaba las maquetas de esas naves espaciales.
A los 13 años de edad me obsesione con la película E.T. de hecho modelé a E.T. en arcilla yo solo, también le hice el molde en yeso y saqué una primera reproducción de un muñeco qué en mi mente infantil quería vender en las jugueterías de unicentro, uno de mis paraísos de infancia al lado del cine.
A mis 18 años realice mi primer monumento público, a Giordano Bruno que está en la 69 con novena y luego a mis 20 años realice el monumento a Camilo de Lelis que está por los lados de la Hortúa en el centro de Bogotá.
De esta época la única obra sobreviviente es “El Reposo” que se ha convertido en una especie de “Mascarón de proa” en mi vida, me ha acompañado en muchos puntos de mi vida, también en una obra viva muy poderosa
Intenté seguir el camino de la escultura durante algún tiempo, realicé algunas exposiciones y me involucré con el mundo fantástico, creando seres inspirados en el movimiento biomecánico, pero de esta época no quedó mucho.
Tal vez en esta época tenía demasiado ruido en mi cabeza, y también estaba metido en la música casi de tiempo completo; Alcancé a realizar audiciones con «Delia y los aminoácidos», que luego se convirtieron en los aterciopelados, también con otro grupo llamado “Monkey Business”, que luego se convertirían en el grupo “La derecha” de hoy.
Durante esta época también estuve tocando con mucha gente. Incluso tuve mi propio grupo llamado «Tracción»
Luego, empecé a trabajar un proyecto musical con María Fernanda Martínez, donde hay 6 u 8 canciones mías, producido por Carlos Iván Medina y que cuenta con dos canciones de Carlos Vives. En el disco pude trabajar con Artistas que cambiaron mi visión de la música y de la vida
Entrando en los 90s tuve un punto de quiebre muy fuerte en mi vida. Me obsesioné con la escultura y tuve una crisis nerviosa, pero fueron una serie de sueños muy intensos lo que me hizo cambiar.
Había, un sueño recurrente que me acompañaba desde la infancia; Yo subiendo una montaña desnudo y al final, en la cima me encontraba con un ser alado que daba una conclusión tan fulminante que me hizo dejar lo que yo consideraba «Arte»:
Simplemente no pude aceptar la cruda sentencia. Imposible aceptar qué el arte no es más que un oficio y que los artistas no somos otra cosa que una antena para conectar al ser humano con lo subjetivo.
Para ese entonces (Los 90´s) yo ya había empezado a trabajar con el arte digital. Poco tiempo después me obsesione de una forma muy profunda con la animación tridimensional y me convertí en uno de los pioneros en esta área para Sudamérica.
Me sumergí en el mundo de la publicidad durante muchos años; realice más de 300 comerciales animados Y al menos unos 400 comerciales en video, hice la imagen para canales de televisión, campañas presidenciales y tuve la oportunidad de diseñar grandes marcas comerciales.
Entrando en los 2.000´s tuve otro punto de quiebre decisivo en mi vida. Intenté crear un colectivo para sacar adelante un sueño que se volvió recurrente en mi cabeza, «hacer una película animada» y terminé creando una revista de cómic llamada «Tostadora de cerebros», pero el hecho de estar vinculación con diseñadores tan radicales logro que tuviera que irme de mi casa y empezar mi vida por aparte.
A finales de los 90s intenté vincular mi pasión por las cultura, la arquitectura efímera y la animación tridimensional como socio en la segunda fábrica de máquinas de realidad virtual en Sudamérica. Paradójicamente fue un camino que también decidí dejar sin ninguna razón luego de una pelea con los socios En aquel momento
En este momento de mi vida ya había dejado atrás la escultura y la música, honestamente sin entender por qué.
En el 2002, el sueño de hacer una película animada se convirtió en el sueño de hacer cine, y cuando me refiero a “sueño” estoy hablando literalmente.
Empecé a tener unos sueños muy intensos y vividos, siempre en el mismo esquema: Estoy en un cine con público, sentado desde los cortos, acompañado de alguien que es mi guía espiritual (igualito a Obi-wan Kenobi)… pero lo que sí es realmente extraño es que cuando despierto puedo recordar la película completa, incluidos también los comentarios de mi guía y los créditos.
Actualmente tengo más de 150 proyectos y unos 70 guiones, pero esto es otra historia.
Por estas épocas empecé a desarrollar el plan de rodar un falso documental, entonces mi idea se vio opacada por el éxito de la bruja de Blair y actividad paranormal. Aprendí por el camino duro que, no siempre es bueno ser visionario.
En el 2007 tengo mi primera experiencia cinematográfica como director de fotografía y productora asociado en la película «Entre sábanas» de Gustavo Nieto Roa.
Fue tan compleja y dura la experiencia qué soñé una película (realmente una pesadilla) que inspiró mi ópera prima «Volver a morir», experiencia que marcó mi camino en el cine ultra independiente, y que finalmente fue el motor para crear mi comunidad en cine recursivo.
Mi ópera prima fue “Volver a Morir” que se distribuyó en 90 países, se dobló en 8 idiomas y fie ganadora de diferentes premios internacionales
En los últimos años he desarrollado varias películas, también he sido productor y director de fotografía en proyectos de terceros que aún siguen hasta el día de hoy
Sin embargo, toda esta búsqueda con el arte me llevó a la fotografía. Desde el 2006 comencé “Esencia” un proyecto de fotografía de desnudo artístico qué me hizo volver mi mirada a las artes plásticas.
En el 2016 por unos problemas personales y un divorcio realmente agresivo experimente un verdadero reseteo de vida: La familia que había construido, todo mi ecosistema de amigos y los caminos que había recorrido se truncaron abruptamente.
Hoy me encuentro nuevamente en un punto de inflexión, seguramente qué no será el último pero si es claramente el más definitivo.
A inicios del 2023 había tomado la firme determinación de dejar el cine. Fue cuando vi un video de un youtuber que sigo explicando los problemas que había tenido durante toda su vida por su condición de ser multipotencial que pude entender cómo el no aceptar esta condición me había llevado a negar mi potencial y a sabotear sistemáticamente las cosas que amo.
Hoy estoy iniciando mi camino nuevamente… no podría decir que estoy arrancando desde ceros porque todo lo caminado anteriormente cuenta, pero si puedo decir qué en los últimos años me he abierto de forma emocional, sexual y espiritual como nunca antes, y que estoy viviendo el momento más libre e intenso de mi vida.
Catarsis inicia en el año 2017 en el propósito de intentar conciliar en un solo evento los atisbos de arte qué encuentro en todo lo que hago, pero que no puedo definir.
Tengo que admitir que estoy un poco perdido, tal vez no en el camino pero sí en cómo recorrerlo.
Tal vez lo más constructivo en este proyecto es que no tengo nada definido y qué estoy siendo todo lo honesto qué puedo ser.
Sigo intentando definir, para mí, “qué es arte”.
Es un proyecto artístico independiente, realizado con el esfuerzo y los recursos propios de Miguel Urrutia y el apoyo de BZ Cine S.A.S, productora radicada en Bogotá, Colombia. Todos los derechos del proyecto son propiedad de Miguel Urrutia y los participantes en cada catarsis. Se prohíbe su reproducción total o parcial sin autorización.
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